Existen los velódromos “malos”?
No¡¡
Una de las frases más recurrentes que escuchamos es : “si tuviéramos un velódromo bueno…”
La cambiaria, “que suerte que tenemos uno cerca, a menos de 100 kms”
Es una suerte tener un velódromo cerca, sobre todo si se puede utilizar, para la iniciación y el perfeccionamiento es ideal, para que los niños aprendan a rodar en pista con lo que eso conlleva, mucha técnica, pero me gustaría, por lo que a mi experiencia se refiere a valorar el trabajo que se puede hacer en un velódromo, ahora ya no lo llamaremos malo, sino normal.
Velódromos malos, no existen, siempre lo he dicho, a todo el mundo, sería feliz pudiendo disponer de uno, no me importa la calidad del suelo, que no este ni tan siquiera cubierto, ni que sea de madera, pero que lo puedas utilizar.
Velòdrom del Vendrell DEP
Cómo podemos trabajar en un velódromo “normal”?
Velocidad.
En un velódromo “normal” vamos a poder trabajar todo, todo menos el tiempo final.
Debido a que la zona de rodadura sea mas dura, o el viento, frio, calor nos lo impida,
quizás no podamos acercarnos mucho a los tiempos, al no poder desarrollar la
velocidad que tenemos como objetivo, puede que sea el único handicap, pero lo
podemos suplir con los otros entrenamientos
Técnica
Casi mejor, el rodar en una pista desigual, con baches, que tengamos que “aguantar” en los peraltes,
En la mayoría de casos, hasta aconsejable, nos acostumbramos mal, en edades escolares a rodar en uno muy bueno, cuando compitan en uno normal lo notaran mucho… es que bota, …es que me voy en los peraltes hacia arriba,… es que no puedo seguir la línea..etc.
Las arrancadas igual, el rodar por la línea, el rodar recto, aprenderemos mejor, esa tensión de los primeros días nos ayudara a que el día que compitamos en uno de mayor nivel, todavía nos sea mas fácil.
Velòdrom de Mataró 200 metros, recién restaurado.
Velòdrom Olímpic de Barcelona, para mi, el mejor del mundo.