El librillo secreto de Mas El trabajo del director técnico ha llevado a la pista española a su edad de oro

Os escribo sobre un artículo que apareció en el periódico “El País” durante los Juegos Olímpicos de Atenas,PAR2004081987879-300x185(1)

no solo para recordar lo que se hizo, sino también el tiempo que ha pasado y se ha perdido,no se ha hecho

nada en España, ni innovación ni trabajo, ni coordinación, en general mala elección de los técnicos y estos

a su vez mala elección de su grupo de trabajo, nulo trabajo con la base, nulo trabajo con las chicas, nulo

trabajo con los equipos, eso se ve reflejado en la poca participación y sobre todo en las pocas opciones de

medalla y buena clasificación.

Los centros / velódromos funcionan bien, gestionando bien el presupuesto y con un buen programa, se

podría volver a estar arriba de nuevo en próximos juegos, pero se va tarde dos ciclos.

 

Os dejo parte de la entrevista y al final el link.

 

Gràcies a tots.

 

El librillo secreto de Mas

 

El trabajo del director técnico ha llevado a la pista española a su edad de oro

 

“La persecución es fuerza, cadencia y técnica”, proclama, orgulloso, Jaume Mas, el técnico que ha sacado del páramo la pista española -un oasis: la feroz

individualidad de Joan Llaneras, campeón olímpico, pluricampeón mundial. “Si a eso le añadimos trabajo en equipo, dedicación, ilusión y compañerismo,

tenemos la medalla”. A Jaume Mas, nacido en Baleares, la tierra de los velódromos, hijo de pistardpistard él mismo en los tiempos en que en Madrid aún se

disputaban los Seis Días, técnico que aprendió todos los secretos, que los mamó, de su padre, Gabriel, también técnico largos años, descubridor de talentos, le

da vergüenza aparecer ante la prensa, fotografiarse con dos medallas de bronce, una en cada mano, recordar el largo camino que llevó España: última en los

Juegos de Sidney en persecución por equipos, a medalla de bronce en ambas competiciones. Trece segundos más que en Atenas en equipos.torronijo1093298406_850215_0000000000_sumario_normal

 

 

 

 

 

 

 

 

Y es una competición de cuatro kilómetros, donde se cuentan hasta las milésimas. Se disculpa, dice que los políticos le están felicitando y no puede dejarlos,

disfruta, se emociona, viendo a su cuarteto en el podio, y, finalmente, aparece.

“Aunque hayan corrido cuatro, el equipo son cinco, y eso es difícil de conseguir, que los cinco trabajen igual sabiendo que uno se quedará fuera”, dice de

entrada, declaración de principios. “De hecho, el Consejo Superior de Deportes me acaba de anunciar que el año próximo tendrán beca los cinco, incluido

Guillermo Ferrer, no sólo los cuatro que han corrido”.

equipo-tecnico

 

Mas llegó a la dirección técnica de la pista hace tres años, poniendo fin a la división existente anteriormente entre las especialidades de fondo -persecución y

puntuación, principalmente- y las de velocidad –sprint y keirin. Su primera misión fue rearmar el equipo de persecución recuperando para la selección

nacional a corredores a los que había formado él en Cataluña, como Sergi Escobar o Carles Torrent. A éste último, que se había volcado en la carretera -llegó a

ganar la Vuelta a Rioja con el Paternina-, le rescató vendiéndole ilusión y confianza, los elementos que le faltaron en su anterior época en la selección. “Una de

las mayores injusticias que se cometieron en Sidney”, dice Mas, “fue prescindir de Escobar y Torrent, pero yo no he hecho el equipo para Atenas pensando en

venganzas, sino pensando en el mejor rendimiento”.Pero rápida, hábilmente, Mas, hombre de números, desarrollos y cronómetros, conduce la conversación,

la temática, a su terreno. “Que no se enteren los australianos, que ya han empezado a contar con nosotros, como británicos y alemanes, los que antes nos

miraban por encima del hombro y ahora saben que en cualquier momento los podemos derrotar, porque España ya tiene potencial para quedar entre las ocho

primeras en todo el programa de pista”, dice, “pero el secreto que mejor entrenamos, junto al trabajo de fuerza que llevan Eloy Izquierdo y Jordi Portas, es el

de la cadencia”. Y para mostrarlo extiende una tabla de multiplicar, otra de dividir y una regla para resolver ecuaciones imaginariamente ante sus ojos. “Por

ejemplo”, explica, “sabía que si hacíamos cada vuelta en 15 segundos, es decir, a 60 por hora, Alemania no nos podía ganar. Y para eso, con el desarrollo que

llevábamos, un 50/13 todos menos Escobar, el más fuerte, que ha movido el 51/13, necesitábamos una cadencia de 126 pedaladas por minuto. Ahora bien, ésta

es una cadencia muy alta, por eso hemos tenido que trabajarla muchísimo. Y ahora os diré cómo, mi truco secreto”.Sssh…, que nadie se entere, que ninguno de

los rivales de Armstrong, los ciclistas que penan y alucinan cuando el americano hace el molinillo en los más duros puertos del Tour y que no saben qué hacer

para alcanzar sus cadencias infernales lo aprendan. “El truco es bien sencillo: cuando entrenamos lo hacemos con un desarrollo menor, más fácil de mover, a

la cadencia que luego utilizaremos en la pista con mayor desarrollo”, dice. “Las piernas crecen en agilidad, y el trabajo de fuerza en el gimnasio hará el resto

para que puedan moverse luego así, a 60 por hora tan tranquilamente”.

https://elpais.com/diario/2004/08/24/deportes/1093298406_850215.html