He descubierto un deporte, el Tenis Taula, Tenis mesa o Ping Pong, un deporte que me ha a sombrado por su trabajo técnico, físico y sobre todo por el comportamiento de los jugadores, técnicos, padres, madres y espectadores, deportividad, educación, compañerismo, respeto.
Aun así, reparten información como esta en un curso de técnicos de la Federación de Tenis mesa
Para padres y madres: lo que NO se debe hacer.
No se jacte excesivamente cuando su hijo alcance una victoria y no dramatice cuando pierda. La dramatización de la derrota., se sumaría a la decepción natural y al estrés de las competiciones futuras.
No interfiera durante el partido de su hijo para asesorar en su juego o en el arbitraje. Al intervenir en el juego de su hijo, va a crear un ambiente de tensión entre los jugadores. Además, pueden surgir conflictos con otros espectadores.
No busque excusas a su hijo. Justificar un bajo nivel de juego o un mal resultado por causas externas (mala suerte, condiciones de juego, etc.) no le prestan ningún servicio a su hijo.
No aumente por su estrés de la competencia. Cada actitud, cada gesto, cada palabra se percibe con detalle por un jugador en la cancha. Usted siente su entorno, y su hijo no es una excepción a la regla. Una actitud nerviosa y tensa antes y durante el partido influirá en él negativamente así como una actitud calmada y serena le tranquilizará, lo que le permite expresarse mejor en ese momento.
No acepte el mal comportamiento de su hijo. No debe aceptar comportamientos con lanzar la pala, decir insultos, pegar gritos, ni tan siquiera se deben admitir las malas actitudes. Transigir en el mal comportamiento por pequeño que sea, se puede convertir en un hábito difícil de corregir.
No haga un análisis después de la derrota en “caliente” a menos que su comportamiento requiera reprimenda inmediata, vamos a digerir su derrota y hablar cuando el niño lo necesite.
No establezca metas demasiado altas. Al fijar metas demasiado altas y precisas, puede bloquear su hijo psicológicamente. Si no las alcanza, va a tener una sensación de fracaso y miedo que en la competición se incrementará.
No agregue entrenamientos. El técnico ha elaborado un programa adaptado a las necesidades de su hijo. No entrene más sin hablar con él.
No utilice la ironía y el sarcasmo para motivar a su hijo. El respeto, el apoyo, el aliento son las mejores fuentes de motivación.
No compare el rendimiento de su hijo con los de compañeros. Debe elevarse con respecto a sí mismo, y no con relación a otro. Su progreso debe ser a su propio ritmo y puede no ser el mismo que otros niños de su edad.
No ponga a su hijo en un pedestal. Eso no es lo mejor ni lo mas inteligente, incluso si gana algunos torneos, no lo hagas creerse una “estrella”, por el contrario debes ayudarle a mantener los pies en el suelo. Esa es la mejor manera de progresar cada día un poco más.
No culpe a su hijo de los esfuerzos que usted hace por él. No añada presión adicional que coincida con la competición haciéndole ver el mucho tiempo que ha invertido en él.