La "ultima" de los JJOO Atenas 2004.

Preparando el entreno.

Siempre he dicho que la decisión, de dejar de ser seleccionador no es culpa de nadie, sino de varios motivos, y todo esto, dentro de un contexto, es lo que me da pie a dejar de serlo.

Como ya os dije, solo tuve problemas con un corredor, después del mundial de Melbourne, supongo que por dejar de ser el principal protagonista de la selección, ya en el viaje de vuelta nos demostró que algo había cambiado en su manera de ser, y empezó toda una larga historia de conversaciones con la dirección técnica, el presidente, el CSD, el COE, pidiendo cambios, intentando imponer su criterio, etc.

El ambiente de trabajo en la Selección era una balsa de aceite.

Por eso, antes de viajar a Atenas, tanto Eloy como yo teníamos la decisión de dejarlo después de los juegos, hartos, sobre todo yo, de coacciones, amenazas, desplantes, mentiras a los medios, egos, tonterías, burlas e intentos de vejación, tanto por el secretario Eugenio Bermudez como de Joan Llaneras, que por cierto no comentaré mas, lo dejaré para otra ocasión.

Como comprenderéis eso no afectaba al grupo, ni tan siquiera a uno de los “protocolos” que instauré, una cena el día antes del final de cada concentración, una cena en la que yo pagaba la bebida y la comida a escote, eso ayudaba a limar asperezas entre técnicos, corredores y todo el personal. Todos menos uno..

Eso sí, al día siguiente, siempre a las diez de la mañana, el último entreno antes de partir, y TODOS cumplían al máximo.

La llegada a Atenas un desastre, nadie vino a buscarnos a la villa, tan solo Rubén Peris, responsable de ciclismo.

En un grupo de 12 corredores estuvimos unos días sin masajista ni mecánico, ya que estaban con los de ruta, seguíamos siendo el pito del sereno.

Te das cuenta de que hay mucha gente que va a la Olimpiada a ver partidos de basket, atletismo, la ceremonia de apertura y de clausura.

No me arrepiento de haber ido solo a trabajar.

Se volvió a repetir lo mismo que os contaba al preguntarme los periodistas los objetivos que teníamos, 4 a 6 medallas.

Los intentos de generar mal rollo en la selección fueron en vano.

Justo cuando acabó la prueba de persecución por equipos me dirigí al secretario de estado para el deporte a pedirle beca para el reserva de la prueba, no se la habían pedido, haciendo caso omiso la federación a mis peticiones, como tampoco a que valiera el mejor resultado, por lo que los velocistas se quedaron con la beca del séptimo puesto de la olimpiada y no la de subcampeones del mundo.

Cuando cayó la cuarta medalla, la de Keirin de José Antonio Escuredo, decidimos escribir la carta de dimisión, Eloy y yo. Era evidente que no iba a haber un proyecto por parte de la RFEC que permitiera continuar al nivel alcanzado.

El balance fue de 4 medallas y 11 diplomas olímpicos con 12 corredores.

Os puedo enviar la carta de dimisión.

Lo que no entendí nunca fue el porque se quiso minimizar tanto lo conseguido en Atenas, el 20% de las medallas de la delegación Española fueron conseguidas por el grupo de Pista, ni CSD, ni COE, ni la propia RFEC le dio la importancia que tuvo.

Rubén Peris, jefe de ciclismo.

Eloy Izquierdo

Staff
Velocidad por Equipos
Los cracks

Sergi

Escu

Gema, Villa, Jovellar y Donet.

Torrent, dedicandole la  medalla su padre DEP
Con esta voy a acabar todo este serial y espero que me haya explicado bien, todavía me quedan muchas cosas pero prefiero olvidarlas, me voy a centrar en lo que me gusta realmente, que es la preparación de corredores/as, eso si, también habrá paginas de queja y de cómo veo el ciclismo.

Gracias a todos, nos seguimos leyendo.

Jaume Mas

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